Ojos deslumbrados, mirada impenetrable, incalculable
imposibilidad de entender posibilidades y razones elocuentes. Falta de
pesadumbre donde penetran ambos entrelazados perplejos de agonía, perplejos por
ausencia de la potencia de aquella luz
radiante manifestada. Perderse era lo normal, no entender aquello formaba parte
de lo anormal… podría y debería ser de esa manera, tan fugaz y a la vez tan calculadora, dirigiendo lo que
la otra persona necesita, mas solo eso, y no la sinceridad anhelada, preferiría
una mirada fría sin nada que demostrar, que una falsa y poco honesta.
Aquellos fueron la luz de todos mis días, aquellos tomaron
las riendas de mi alegría, aquellos fueron mi vida… aquellos aletargados de vez
en cuando, aquellos apesadumbraron mis decisiones, conclusiones y solo cedí…
Aquellos transforman los deseos de una persona en tus deseos, en manipulación
progresiva, a veces fue tanto que pensé que sucederían las cosas por tramos, pero acabaron apagándose
entre mis sueños y tu alegría. Aquellos se tornaron cada vez mas profusos de
manejar lo que pretendía, mas nunca de empatía. Aquellos acabaron la armonía.
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