Completamente ajena a tu ajenitud, a todo entregar por los días que van de la mano cuando cruzo las calles o paso inadvertida entre decenas o centenas.

De vez en cuando APESADUMBRADA mas solo de vez en cuando, no comprenderías la fuente de las verdades, mucho menos la insolencia de las palabras guardadas que pesan sobre tu otro yo. Si continua la gente de tal manera podría seguir agregando palabras sin sentidos en aquella, pero lo ideal es que eso no suceda, si ha de suceder podría con ello, mas no con lo que sobra entre la distancia.

De lo que mencionan ni que decir, de lo que callan demasiado para el gusto personal. Decir por decir no va al caso, omitir porque es mas idóneo lo acepto y lo quiero.